¿En perseguirme, mundo, qué interesa?
¿En qué te ofendo, cuando sólo intento
poner bellezas en mi entendimiento
y no mi entendimiento en las bellezas?
Yo no estimo tesoros ni riquezas,
y así, siempre me causa más contento
poner riquezas en mi entendimiento
que no mi entendimiento en las riquezas.
Y no estimo hermosura que vencida
es despojo civil de las edades
ni riqueza me agrada fementida,
teniendo por mejor en mis verdades
consumir vanidades de la vida
que consumir la vida en vanidades.
-Sor Juana Inés de la Cruz
Retruécano
Símil
Retruécano
Símil
Rasgos fundamentales de la lírica:
MUSICALIDAD
Pues
tiene una musicalidad muy suave y perfecta porque te mete en lo que se va
leyendo. La musicalidad que tiene éste soneto es tan buena que aún cuando no se
comprenda lo que se dice en él incita al lector a seguirlo leyendo.
RITMO
Pues en todo
el poema se va siguiendo una clara secuencia de sonidos y golpes que sin contar
propiamente el ritmo mientras se recita se puede percibir claramente el
perfecto ritmo que tiene. El soneto tiene un ritmo barroco y que se ajusta a las
normas poéticas del siglo XVII.
MÉTRICA
Pues el
conteo silábico de éste soneto es igual en cada verso. Tiene un
excelente combinación de rimas que a su vez esto permite que se cumpla con
la estructura A B B A; A B B A; C D C; D C D en donde A es "-esas", la B "-ento", la C
"-ida" y la D "-ades". Siguiendo éstas reglas, podemos
decir que en cuanto a métrica el soneto es perfecto.
INSTANTANEIDAD
Tiene una
elección cuidadosa de las palabras que hace posible la coherencia
organizativa en cada verso. Sor Juana utiliza éste soneto con el fin de hacer
una crítica al periodo por el que estaba pasando, pues vivía en una sociedad
que estaba hundida en una profunda crisis tanto económica como moral, al mismo
tiempo alega su deseo por conocer los nuevos ciencias que estaban surgiendo en
éstos periodos.
Ana Isabel Cervantes Franco
A01540221
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